Mi enfoque artístico está íntimamente ligado a los vivos,
a la fuerza vital que vibra en nosotros y a nuestro alrededor.
Consiste en tejer el vínculo entre la expresión plástica
y la profunda sensibilidad del corazón.
A través de mi pintura, no busco cuestionar al espectador,
sino más bien para invitarlo a volver a una escucha interior, a su presencia.

 Principalmente pinto con aceite.
Esto me permite explorar toda una gama de texturas:
desde la transparencia hasta el material que se convierte en carne.

Me inspiro en lo que me rodea,
confiando en la vibración de la luz y la danza de las líneas.
Trato de capturar la "respiración" intrínseca de las cosas:
simplificando mientras se le da cuerpo a la pulsación vital.